Un cáncer de pulmón ha acabado con la vida del que probablemente sea el pensador más importante surgido al sur de los Pirineos desde Ortega y Gasset, Eugenio Trías. Al filósofo barcelonés, galardonado con el premio Friedrich Nietzsche (recuerdo para quienes discutían su valía por cuestiones de politiqueos locales), le debemos su idea del límite, de plasmar en sus libros la gran paradoja de la vida y aportar la riqueza de su pensamiento a una cuestión fundamental, el carácter pautado de nuestra existencia, y nuestra casi total ignorancia respecto a dos puntos clave: qué ocurre antes y qué ocurrirá después de ella, ignorancia que es la fuente de la que surgen todos los mitos y religiones. Trías fue, además, un filósofo que concedió a las artes, en especial al cine y a la música, la importancia que realmente tienen, y su cultura en ambos campos era vastísima, como queda claro en los libros y artículos que dedicó a unas disciplinas tan queridas por el autor de este post. Descanse en paz un maestro del pensamiento, nacido en un país que, mayoritariamente, no piensa.