Según Hacienda, los diez millones de euritos regularizados en el pasado año por el ex-tesorero del PP (partido en el que hoy existe un curioso virus de amnesia respecto al hombre que durante años manejó sus cuentas) y notable alpinista Luis Bárcenas, no lo fueron a través de la llamada amnistía fiscal, sino por un procedimiento ordinario. Lo contrario sería para empezar a colgar gente, porque significaría que el Gobierno aprobó ese vergonzante proceso sólo para que Bárcenas no raje y les pringue a todos, pero lo que cuenta es que el individuo amasó los ya famosos 22 millones de euros (conocer de dónde salieron sería sin duda muy interesante) mientras fue tesorero del partido que hoy gobierna España. Así que hala, se esperan comparecencias (es lo que debe hacer quien tiene cuentas en Suiza, ¿no?), dimisiones (ánimo, Cospedal, que aún te quedarían unos cuantos sueldos) y que de una vez los jueces se pongan a actuar rapidito y en serio, no vaya a ser que la gente acabe por considerarles cómplices de la infamia y aquí se líe la de Dios. Y mientras tanto, sacrifíquemonos para que toda esa escoria parasitaria pueda seguir viviendo a lo grande, y a nuestra costa.