El pasado sábado acudí a la que quizá sea la cita anual más ineludible para los fans catalanes del jazz y el vino: el Vijazz, que un año más, y van seis, se celebró en Vilafranca del Penedès. Como siempre, muchísimo público, buen ambiente, jazz de categoría y degustación de algunos de los mejores caldos de la tierra. Quién da más.
Entrando en la parte musical, anteanoche se presentaban en el escenario ubicado en la bella plaza de Jaume I de Vilafranca dos de las formaciones de las que más se ha hablado durante los últimos meses: Ninety Miles y el proyecto Mosaic, liderado por la baterista Terri Lynne Carrington.
Ninety Miles es una banda que toma el nombre de la distancia entre Estados Unidos y Cuba. Y de eso va el grupo, jazz de altura pasado por el tamiz de la música afrocubana. Cuando se unen en un grupo tres talentos del calibre de Nicholas Payton, David Sánchez y Stefon Harris, respaldados por una sección rítmica de altura (es sabido que improvisar sobre la contundente percusión latina da alas a los solistas) y deseosos de lucirse en un gran escenario, sólo hay que sentarse y esperar que la calidad de los intérpretes fluya e imparta lecciones de jazz a aficionados y curiosos, que de todo hay en este festival. Y es cierto que el concierto tuvo altibajos, pero los momentos álgidos lo fueron mucho; temas como E´cha o City sunrise dejaron bien a las claras que estábamos ante un auténtico dream team del jazz contemporáneo: Nicholas Payton, uno más de los grandes trompetistas surgidos de Nueva Orleans, consigue llegar sin esfuerzo aparente a lugares que a otros muchos les resultan vedados; David Sánchez es un excelente saxofonista que, aunque quizá su carrera no haya dado todo lo que prometía en sus primeros discos, es una de las más importantes figuras actuales del saxo tenor y un interesante compositor, y Stefon Harris, que a mi entender fue el más brillante miembro del trío de solistas en el concierto, deja claro a cada paso que es un dignísimo sucesor de grandes maestros del vibráfono como Lionel Hampton, Milt Jackson o Gary Burton. Buenos solos, mucho ritmo y expectativas satisfechas.
City sunrise, con Christian Scott (trompetista original de la banda) en lugar de Payton:
El segundo plato de la noche venía avalado por el respaldo de la crítica y un Grammy bajo el brazo. La baterista Terri Lynne Carrington, de extenso e inquieto currículo, ha agrupado a su alrededor a un grupo de jóvenes talentos, en su mayoría mujeres, para dar forma al Mosaic Project, que se presentaba por primera vez en nuestras tierras con un ingrediente de lujo: la que para mí es la mejor cantante de jazz (y parte del extranjero) del mundo, Dianne Reeves.
La cosa empezó mal, porque el sonido en el primer tema fue terrible y, por ejemplo, la introducción solista llevada a cabo por Helen Sung al piano eléctrico fue sencillamente inaudible. Una lástima, aunque la joven teclista se desquitó más tarde con algunas intervenciones solistas de gran mérito. Al tercer tema, ya con un buen sonido, apareció sobre el escenario Dianne Reeves y la cosa mejoró de forma evidente, pues su voz es un auténtico regalo para los oídos y uno no se cansará nunca de oírla interpretar canciones como Will you still love me tomorrow. De la parte instrumental, decir que algunos temas me parecieron fríos, que los músicos y el público al principio también lo estuvieron, pero que a mitad de concierto la concurrencia ya era consciente de que lo de miss Carrington no es ningún capricho, y que el dúo de saxofonistas formado por Tineke Postma y Tia Fuller merece ser escuchado con suma atención, al igual que los solos del guitarrista Nil Ferber o los de la ya mencionada Helen Sung. La temperatura fue subiendo en la noche catalana a medida que los músicos se soltaban y la voz y las tablas escénicas de Dianne Reeves dejaban boquiabierto al personal. En total, casi dos horas de concierto con muchas notas positivas que recordar. Un año más, la apuesta por el turismo enológico y el jazz de primera fila ha sido un éxito, y es de esperar que, a pesar de la crisis, el Vijazz siga gozando durante muchos años de la excelente salud que disfruta desde sus inicios.
El Mosaic Project en directo desde Tokyo, con un elenco íntegramente femenino y la presencia de la hoy mundialmente conocida Esperanza Spalding:
Y de postre, una antigua actuación televisiva de Dianne Reeves, con Terri Lynne Carrington a la batería: