Pues sí, se ha jugado Wimbledon, pese a que muchos de los grandes aficionados al tenis españoles, incluyendo a las cadenas de televisión, desconectaran del torneo londinense a la primera semana. La hierba londinense ha coronado al gran Roger Federer, sin duda el tenista con más clase del circuito desde hace muchos años, por partida doble: con su séptimo título en el más importante trofeo del tenis mundial, y con la vuelta del suizo al puesto que por calidad siempre debería ocupar: el número uno del ranking de la ATP. A sus casi 31 años, Federer, que derrotó en semifinales a Novak Djokovic y en la final a la esperanza británica Andy Murray, sigue dando lecciones de tenis y haciendo aún más grande su leyenda, la de uno de los más grandes campeones de la historia del deporte.