Apenas veinticuatro horas después de la noche de autos, hice otra de mis muy terapéuticas excursiones al Jamboree para disfrutar de buen jazz en directo, en este caso servido por el Will Vinson Quartet, con el susodicho al saxo alto, Aaron Parks al piano, Orlando Le Fleming al contrabajo y Jochen Rueckert a la batería.
Hoy en día, el británico Will Vinson es uno de los saxofonistas más presentes en la escena neoyorquina, y además se presentaba en Barcelona acompañado por el todavía veinteañero y muy destacable pianista Aaron Parks. Había que ir, pues. No estaba llena la sala, y el concierto empezó puntual pero frío, con un tema titulado I am James Bond (ahí queda eso) que no me acabó de entrar: parecía que el grupo estaba aún calentando, tuve la impresión (que me duró algún otro tema) de que un pianista de estilo jarrettiano como Parks se encuentra más a gusto en formato de trío que compartiendo protagonismo con otro solista, y a veces a uno se le iba la cabeza hacia otras cosas menos densas y atmosféricas. No obstante, el concierto (último de la gira, según dijo el líder, que reconoció cierto cansancio de carreteras y aeropuertos en los músicos) fue in crescendo, los últimos temas fueron fantásticos (uno iba en busca de up-tempos, y hubo alguno de mucho nivel) y la banda justificó la fama que le precedía: Vinson tiene discurso y no está exento de pegada, Parks es un pianista inspirado y de largo recorrido, y tanto LeFleming (que demostró que en Inglaterra hay otros buenos bajistas además del gran Dave Holland) como Rueckert sirvieron de eficaz soporte a la inspiración de los dos colíderes. No fue un concierto redondo, pero sí excelente a ratos. Valió la pena y, como casi siempre, tuvo los deseados efectos terapéuticos de los que hablaba al principio.
Un tema del disco más celebrado de Vinson, Stokholm Syndrome, con Parks al piano:
Vinson, en directo y en cuarteto, interpretando Squeeze: