En cuestión de pocas horas han fallecido dos figuras importantes del universo político: el escritor y expresidente checo Vaclav Havel, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Il. Por una vez, estoy de acuerdo con las valoraciones que sobre ambos personajes he ido leyendo en este tiempo: Havel poseía una cultura que ya querrían para sí innumerables líderes políticos, y tuvo además la valentía de oponerse a un régimen con el que no comulgaba, pese a que a su sombra hubiese vivido más tranquilo. Al dictador norcoreano, megalómano socializador de la miseria, dudo que nadie, excepto su cohorte de privilegiados, vaya a echarle mucho de menos. Veremos si en Corea del Norte, esa tiranía hereditaria disfrazada de comunista, cambia algo a partir de ahora.