Quizá para imitar a su nieto Froilán, que ha demostrado ser un digno miembro de su familia, el campechano e inútil Juan Carlos I ha vuelto a meter la pata, o más bien la cadera, estando de cacería (pagada por sus sufridos compatriotas) en Botswana. Dice el monarca que el paro juvenil no le deja dormir, seguramente porque teme que… (more…)